“¿Brasil, con ‘z’ o ‘s’?”, pregunta una niña. “En español con ‘s’, en inglés con ‘z’”, responde un compañero: es un día cualquiera en un curso bilingüe de una escuela en Los Ángeles. En el salón del programa bilingüe de la escuela secundaria Franklin, una pancarta con la leyenda ‘Bienvenido / Welcome’ corona el pizarrón. […]


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“¿Brasil, con ‘z’ o ‘s’?”, pregunta una niña. “En español con ‘s’, en inglés con ‘z’”, responde un compañero: es un día cualquiera en un curso bilingüe de una escuela en Los Ángeles.

En el salón del programa bilingüe de la escuela secundaria Franklin, una pancarta con la leyenda ‘Bienvenido / Welcome’ corona el pizarrón. En la clase de historia la maestra Blanca Claudio pide a sus alumnos de 11 y 12 años que sitúen Mesoamérica en un mapa.

La mitad de la población de Los Ángeles es hispana y los latinos son la primera minoría de Estados Unidos, el 16% de los habitantes.

Aunque el español es el segundo idioma más hablado del país y es omnipresente en la urbe californiana, ni siquiera las escuelas de la ciudad tienen un gran programa escolar bilingüe. La mayoría se limita a servir de puente para que alumnos extranjeros aprendan inglés y puedan insertarse en el sistema educativo anglosajón.

La idea es que se multipliquen programas como el de la secundaria Franklin con la entrada en vigor, el 1 de julio, de una resolución que abre las puertas para expandir la educación bilingüe en el estado de California, donde coexisten gigantescas comunidades latinas y asiáticas.

La ‘Proposición 58’, aprobada por el 73% de los californianos en referendo en noviembre pasado, permite a los distritos escolares ampliar sus programas bilingües a pedido de los padres.

“Se benefician todos, los padres de familia de los niños monolingües podrán aprovechar las ventajas de un programa bilingüe. Es un enfoque con el que todos los estudiantes pueden terminar siendo bilingües”, explicó Hilda Maldonado, directora del departamento de educación multilingual del distrito educativo de Los Ángeles.

Lingüísticamente provinciano

No hay escuelas públicas bilingües en Los Ángeles y por ahora no hay intención de abrir ninguna.

Los programas que hay abarcan por ahora a pocos estudiantes. El sexto año de primaria, por ejemplo, forma parte de un plan que beneficia a 40 de los 1.400 estudiantes de Franklin, el 91% de origen hispano.

Aunque buena parte de estos alumnos no habla español: se fue perdiendo con el paso de las generaciones de su familia donde el bilingüismo ha sido motivo de debates.

“Estados Unidos ha sido tradicionalmente parroquiano en lo que respecta al aprendizaje de idiomas. Son lingüísticamente provincianos”, consideró Claude Goldenberg, profesor de la facultad de educación de la Universidad de Stanford.

Por mucho tiempo se defendió a capa y espada una educación únicamente en inglés, con lo que muchos padres latinos prefirieron sacrificar su idioma para que los niños se adaptaran mejor que ellos a su nuevo país.

Maldonado aseguró que incluso muchos latinos no ven las ventajas de esta nueva propuesta, aunque  destacó que “hay muchos padres de segunda, tercera y cuarta generación que valoran traer su idioma y herencia de vuelta”.

Para Goldenberg, en general, “la gente ha mostrado más interés en el bilingüismo” y calcula que los programas han crecido a 2.000, de 300, en el país.
“Los anglosajones ven también las ventajas de que sus hijos se eduquen en dos idiomas”.

En Los Ángeles hay programas bilingües en coreano, mandarín, árabe, armenio y español. Por ejemplo, una escuela tiene un programa de inmersión en francés.

Los programas proponen que los estudiantes aprendan ambos idiomas como maternos.

“Es difícil ‘get used to it’ [acostumbrarse], pero es muy divertido aprender un lenguaje y culturas diferentes”, manifestó Lulu Mykytyn, de 11 años, que hace 12 meses cursa el programa bilingüe.

 

Fuente: El Telégrafo








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