El pleno de la Asamblea Nacional se convirtió en un caos este 24 de febrero. Gritos, apelaciones, amenazas y un apagón en el salón de sesiones fue la tónica de la sesión 766, donde los bloques UNES, PSC y un sector de Pachakutik buscaban armar una comisión y someter a una evaluación a la titular de la legislatura, Guadalupe Llori.


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El pleno de la Asamblea Nacional se convirtió en un caos este 24 de febrero. Gritos, apelaciones, amenazas y un apagón en el salón de sesiones fue la tónica de la sesión 766, donde los bloques UNES, PSC y un sector de Pachakutik buscaban armar una comisión y someter a una evaluación a la titular de la legislatura, Guadalupe Llori.

La sesión se instaló pasadas las 14:00 e inmediatamente se informó que había cinco pedidos de cambio del orden del día, incluido el presentado por el legislador Fausto Jarrín (UNES), que propone la inclusión de una resolución del pleno de la Asamblea Nacional para la verificación del cumplimiento de las funciones del CAL.

Esa petición fue bloqueada porque antes se habían presentado cuatro solicitudes de modificación del orden del día por parte de los legisladores Lucía Placencia (ID), Rafael Lucero (Pachakutik), Jorge Pinto (CREO) y Ricardo Vanegas (Pachakutik), y según el artículo 129 de la Ley Orgánica de la Función Legislativa únicamente se puede tratar hasta tres peticiones de modificación por sesión.

Tras la instalación de la sesión y antes de la lectura del informe para primer debate del proyecto de ley que regula el uso legítimo de la fuerza, vino el caos luego que el legislador del PSC Esteban Torres pidió un punto de orden, pero la presidenta Guadalupe Llori lo bloqueó, y eso exacerbó los ánimos del sector correísta, del socialcristiano y de un grupo de Pachakutik.

Según Torres, hay serios cuestionamientos que alertaron antes de la instalación de la sesión respecto a la utilización de cambios del orden del día para evitar que se trate un cambio del día que busca evaluar la conducta del CAL, y tomar una decisión tal como lo establece el artículo 18 de la Ley Orgánica de la Función Legislativa.

Las inconsistencias, según el representante del PSC, están en que los tres pedidos de cambios de orden del día se presentaron con diferencias de minutos, apenas se convocó a la sesión de las 14:00, y que tenían firmas de respaldo repetidas y que estas se habrían presentado posteriormente.

Pero al no dar paso al punto de orden, Torres planteó la apelación de la presidencia y los gritos en el pleno se incrementaron en el ala del correísmo y en el PSC, mientras que Llori llamaba a la calma y ordenó que continuara la lectura del informe del proyecto de ley, pero no pudo con los gritos insistentes de “apelación”, “apelación”.

Por ese motivo, suspendió la sesión y con la custodia de la escolta legislativa y rodeada de los asambleístas del oficialismo y otros de Pachakutik abandonó el salón y se atrincheró en la presidencia.

En el salón de sesiones permanecieron el primer vicepresidente, Virgilio Saquicela (BAN); la segunda vicepresidenta, Yeseña Guamaní (ID); todo el bloque UNES, algunos de Izquierda Democrática, del PSC y también el ala rebelde de Pachakutik.

Tras conversaciones, Saquicela tomó la palabra y mientras estaba interviniendo ante la prensa apagaron la luz del salón plenario. Eso no impidió a la segunda autoridad del Parlamento señalar que ante el pedido de los jefes de bloque se iba a dirigir a toda la Asamblea.

Dijo que los eventos registrados este 24 de febrero no pueden alterar la institucionalidad ni legalidad, que la presidenta Guadalupe Llori se retiró del pleno, al igual que el secretario y prosecretario, a quienes pidió regresar, pero no comparecieron, así como el asesor jurídico; por ello, explicó que no se podía reinstalar la sesión.

Además, Saquicela sostuvo que al haber una apelación la presidenta debió haber encargado la presidencia para ejercer su derecho a la defensa. Aclaró que el punto de orden planteado desde las filas del PSC no iba a cambiar el orden del día aprobado.

Los gritos en medio de la oscuridad continuaron, los asambleístas prendieron las luces de sus celulares para dar declaraciones. Pabel Muñoz (UNES) cuestionó que se haya bloqueado el audio y suspendido la luz en el salón principal, y aseguró que los cambios del orden del día presentados en la sesión 766 tenían cruces de firmas, lo cual está prohibido.

Su coidearia, Marcela Holguín, coordinadora del bloque UNES, señaló que en adelante estarán vigilantes y esperan que la presidenta de la Asamblea convoque a la sesión y dar paso a la apelación. “Nos han quitado la luz, pero no la voz”, afirmó.

La presidenta de la Asamblea, Guadalupe Llori, convocó a la prensa para un comunicado oficial y apareció rodeada de los legisladores del movimiento oficialista Creando Oportunidades (CREO) y de algunos asambleístas de Pachakutik liderados por el coordinador, Rafael Lucero.

Responsabilizó a UNES y al PSC de los hechos bochornosos. Dijo que antes lo hicieron, en el pasado, “tomarse por asalto mi vivienda, mi casa, arrastrarme y encarcelarme; hoy quieren repetir esa hazaña tomándose por asalto la Asamblea Nacional”.








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