Más de una semana sin comer estuvieron cinco docentes jubiladas en Santo Domingo. Ellas se unieron a la huelga de hambre que se hizo en varias ciudades del país, para exigir al Gobierno el pago de sus incentivos.


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Más de una semana sin comer estuvieron cinco docentes jubiladas en Santo Domingo. Ellas se unieron a la huelga de hambre que se hizo en varias ciudades del país, para exigir al Gobierno el pago de sus incentivos.

La tarde de ayer, los demás docentes que se hicieron presentes en el Salón de la Ciudad, las abrazaron, las felicitaron, muchos se compadecieron con ellas por lo que tuvieron que atravesar, los sentimientos estaban a flor de piel, la voz entrecortada, ellas con un mejor semblante pero aún con apariencia desgastada, sin embargo todas coinciden en que están en pie de lucha.

Alicia Rivera tiene 65 años de edad, de los cuales 42 dedicó a la docencia, con indignación exclamaba que es admirable que luego de tantos años entregados en la aulas, llegar a la jubilación y tener que pasar algo así.

Expresa que su familia la recibió emocionada, unos la felicitaron y otros le reprocharon por la forma cómo arriesgó su vida, sin embargo ella sabe que lo hicieron por algo justo. “Lo hicimos por recuperar nuestro dinero, lo hicimos por todos”.

María Cristina Álvarez, de 61 años de edad y quien también sirvió alrededor de 40 años a la docencia, fue la coordinadora de la huelga de hambre en Santo Domingo. Ella comentó que siempre estará dispuesta a ayudar y luchar desde la trinchera y agradeció el apoyo recibido.

Por su parte Martha Luna fue clara al explicar que “arriesgó su vida”, efectivamente fue así, las cinco mujeres son personas de la tercera edad. En el caso de Martha, ella ha sido docente en Loja, Manabí y Santo Domingo de los Tsáchilas, la aquejan varias enfermedades, entre ellas la gastritis, sin embargo al ver solas a sus compañeras decidió acompañarlas y luchar lo más que pudo.

Comenta que luego de suspender la huelga de hambre, eso no quiere decir que ya pueden volver a comer normalmente, deben hacerlo de a poco, en su caso está tomando solo líquidos, como sopa, agua y a medida que su organismo lo permita, regresará a la normalidad.

Recuerda que hace 35 años también participó en la huelga de hambre “claro que en ese entonces éramos jóvenes”, recuerda la docente.

Las participantes de la huelga de hambre recibieron un reconocimiento la tarde de ayer, en una actividad realizada en el Salón de la Ciudad, donde además se organizaba la conformación para la Comisión de un Comité Cívico por la creación de la Universidad para Santo Domingo, con la presencia de varios docentes, estudiantes y representantes de organizaciones sociales. Todos aplaudieron la fortaleza de las docentes jubiladas.

Desde el Hospital del Día de Santo Domingo, a donde acudieron para hacerse atender los jubilados que estuvieron en la huelga de hambre, se informó que llegaron por debilidad general. Todos llegaron con signos vitales estables, no se presentaron novedades ni tuvieron que ser ingresados al área de observación.

 








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