Mientras uno de sus clientes se estaciona en la esquina de las calles Sucre e Ismael Pérez Pazmiño, Nicolás Véliz, un mecánico con 34 años en el sitio que es parte del tradicional barrio Garay, observa atento los trabajos de remoción de tierra que se ejecutan con maquinaria pesada sobre la segunda vía citada.
Esas labores que el Municipio empezó hace unas dos semanas corresponden a la regeneración urbana en la calle Ismael Pérez Pazmiño, entre 10 de Agosto y Ayacucho, que se extiende por seis cuadras.
Al igual que otros mecánicos y artesanos que trabajan en la vía pública en ese sector, Véliz dice sentirse preocupado ya que la llegada de las obras en aceras y bordillos, entre otros trabajos, implica la desocupación de la calle que le ha servido de improvisado taller.
“Yo tengo siete hijos, y si ya me sacan de aquí, quién me va a permitir quedarme en otro lugar así como estoy en una esquina”, expresa el hombre. Añade que los ingresos percibidos a diario no le permiten alquilar un local para poner su taller, ya que al día revisa entre uno y dos carros.
En enero de 2015, el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, durante uno de sus enlaces radiales, planteó la alternativa de expropiar terrenos y reubicar allí a los artesanos que trabajan en la informalidad en el sector del popular barrio Garay. Sin embargo, hasta la fecha los interesados dicen desconocer en qué quedó esa propuesta.
Hugo Soriano, presidente de la Asociación de Mecánicos y Anexos del área automotriz, indica que a inicios de julio el gremio remitió un oficio al Cabildo consultando del tema, y que aún esperan una respuesta.
Gustavo Zúñiga, director municipal de Aseo Cantonal Mercados y Servicios Especiales, señala que ese proyecto está en ejecución, pues tiene su partida presupuestaria.
Sin embargo, sostiene, el proceso de expropiación en una manzana cercana al barrio Garay se ha tardado más de lo previsto porque los dueños de los terrenos no han tenido su documentación en orden.
El funcionario prefiere no hablar de plazos en los que se cumpliría la expropiación, ya que aquello no solo depende del Cabildo sino también de los dueños de los terrenos.
Zúñiga puntualiza que una vez regenerada la calle Ismael Pérez Pazmiño no se permitirá la ocupación de la vía pública. La alternativa de los informales, comenta, es la de reubicarse provisionalmente en otros sectores hasta la asignación definitiva de un espacio en los lotes que el Cabildo expropiará.
En calles cercanas que ya han sido regeneradas como Gallegos Lara, los vendedores ambulantes de accesorios para vehículos evitan trabajar en las esquinas de vías principales como la Ayacucho, conocida por la presencia de almacenes de venta de repuestos de automotor.
Ahora cumplen sus labores en las esquinas de calles secundarias como Pedro Pablo Gómez, Alcedo, Sucre y demás.
“Está bien que se arreglen y se ordenen las calles, pero hay que darle opciones a la gente que trabaja en esto también”, opina Carlos Gómez, cliente de los vendedores de accesorios en la calle Gallegos Lara.
Clientes de mecánicos informales como Manuel Vera consideran que es importante la pronta reubicación de estos artesanos. “Este sector es conocido por los mecánicos, electromecánicos. Uno viene acá porque le cobran más barato y ya conoce la calidad del trabajo de los maestros”, refiere él.
Por ahora, debido a los trabajos de regeneración, hay dueños de talleres como Miguel Duque que ocupan la calle porque la remoción de tierra impide el paso de vehículos.
