El expresidente Sebastián Piñera y el candidato oficialista Alejandro Guillier se tendrán que ver las caras en una segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Chile el 17 de diciembre próximo, luego de que ninguno obtuviera una mayoría de votos en los comicios de este domingo.


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El expresidente Sebastián Piñera y el candidato oficialista Alejandro Guillier se tendrán que ver las caras en una segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Chile el 17 de diciembre próximo, luego de que ninguno obtuviera una mayoría de votos en los comicios de este domingo.

De acuerdo con datos del Servicio Electoral, con el 99,57% de las boletas escrutadas, Piñera, líder de la nueva coalición de centro-derecha Chile Vamos, y Guillier, representante de la coalición oficialista de centroizquierda Nueva Mayoría, encabezan la lista, pero sin obtener la mayoría necesaria.

Piñera, que gobernó Chile entre 2010 y 2014 y que las encuestas daban ahora como potencial ganador, solo obtuvo el 36,64% de los votos, mientras Guillier alcanzó el 22,69%.

De acuerdo con el enviado especial de BBC Mundo a Chile, Daniel Pardo, pese a liderar la votación y seguir como favorito para diciembre, el resultado obtenido por el expresidente es visto como una derrota, pues se esperaba que alcanzara un 44% de los votos.

La gran sorpresa de la jornada fue la candidata del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, quien se colocó en el tercer lugar (20,27% de los votos) y cuyos seguidores, en su mayoría jóvenes, podrían decidir quién será el nuevo presidente de Chile.

La candidata representa a una coalición de izquierda lanzada con el respaldo de exlíderes estudiantiles en enero de 2017 que tiene la intención de renovar la política y superar la histórica dicotomía entre las dos principales fuerzas políticas del país.

Sánchez y Guillier resultaron también los principales ganadores del voto en el extranjero, en la primera vez que se ejerce este tipo de sufragio entre los chilenos residentes en el exterior.

La colaboradora de BBC Mundo en Chile, Paula Molina, asegura que el número de votos obtenido por Frente Amplio se encuentra entre lo más significativo de la votación, porque escapa de la «lógica binominal» que imperó en las elecciones en Chile desde el fin del gobierno de Pinochet.

«Una de las cuestiones más interesantes es con quién negociarán a partir de ahora los candidatos ganadores. Frente Amplio está contra ese tipo de cabildeos y el número notable de votos con el que cuenta puede ser decisivo», afirma.

Alta abstención

Las encuestas previas a la votación no fueron capaces de dar cuenta del estado de ánimo político de los votantes: la mayoría daba a Piñera como ganador y aseguraban que el Frente Amplio no superaría el 10% de los votos.

Si en algo no fallaron las predicciones fue en estimar un bajo número de participantes: de acuerdo con los conteos, solo acudieron a las urnas el 46% de la población apta para votar, menos de la mitad del padrón electoral.

En las elecciones de 2013, cuando el voto en Chile ya era voluntario, se registró una participación del 49,3% en la primera vuelta, mientras en la segunda fue de 58,21%.

Una cifra récord de ocho candidatos participaron en esta elección para reemplazar a la presidenta socialista Michelle Bachelet, en la que también se votó por cerca de la mitad del Senado y la totalidad de diputados.

Bachelet, la primera mujer que gobernó en Chile, no pudo presentarse nuevamente a las elecciones por estar prohibido por la Constitución.

 

 

 


Redacción CiudadColorada.com | BBC







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