La Superintendencia de la Información y Comunicación (Supercom) emitió este miércoles un «severo» llamado de atención a Radio Visión, por alentar al caos y poner en riesgo la paz y seguridad ciudadanas. En un oficio remitido a Diego Oquendo, representante legal del medio, la Supercom explicó que el martes 4 de abril, de 16:00 a […]


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La Superintendencia de la Información y Comunicación (Supercom) emitió este miércoles un «severo» llamado de atención a Radio Visión, por alentar al caos y poner en riesgo la paz y seguridad ciudadanas.

En un oficio remitido a Diego Oquendo, representante legal del medio, la Supercom explicó que el martes 4 de abril, de 16:00 a 19:30, Radio Visión «bajo el supuesto de permitir que la ciudadanía se exprese sobre los resultados electorales, proclamados de manera oficial por el Consejo Nacional Electoral, permitió, amparados en una falsa libertad de expresión, llamar al amotinamiento a la ciudadanía, a desconocer las decisiones legítimas de las autoridades, a promover la xenofobia y lo que es más grave aún, el llamado a las fuerzas del orden para que intervengan, ilegalmente en la vida democrática de la nación».

De allí que le recuerda que el acatamiento de la Constitución, las leyes y las decisiones de las autoridades legítimas es una responsabilidad fundamental de los medios de comunicación y sus periodistas, llamados a promover el cumplimiento de las mismas. «Cualquier práctica periodística contraria a estos principios democráticos, como las que ustedes no solo promovieron sino que incentivaron, e incluso alentaron, propician el caos y ponen en riesgo la paz y la seguridad ciudadanas», apunta el comunicado. 

También menciona que la Ley de Comunicación, en su artículo 71, «califica a la información como un derecho constitucional y un bien público, que deberá ser prestado con responsabilidad y calidad». 

De allí que el organismo emite un «severo llamado de atención» al medio  y lo conmina a que «ejerza un periodismo responsable y democrático enmarcado en la Constitución y las leyes».

 

Fuente: El Telégrafo








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