La ventana del avión es el sitio más codiciado cuando volamos pues ofrece las mejores vistas, y los otros pasajeros no nos molestan cuando se levantan para ir al baño. 


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La ventana del avión es el sitio más codiciado cuando volamos pues ofrece las mejores vistas, y los otros pasajeros no nos molestan cuando se levantan para ir al baño. 

Mirar por la ventana o sacar una fotografía aérea es otra de las aficiones de los viajeros y, probablemente, algunos se habrán dado cuenta de que existe un pequeño agujero en la parte inferior de la ventana del que desconocemos su función.

Y aunque parezca raro que exista una diminuta perforación, en un avión que se supone hermético, es una medida de seguridad precisamente para que la cabina de pasajeros no se despresurice hasta quedarse sin oxígeno.

La ventana de un avión está compuesta por tres paneles separados por espacios vacíos entre ellos, y están hechos de materiales de resina acrílica y sintética muy resistente.

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El panel externo y central son estructurales y se sellan al fuselaje del avión. El panel interno se monta sobre el revestimiento de la pared de la cabina.

El fuselaje es uno de los elementos estructurales principales de un avión; en su interior se sitúan la cabina de mando, la cabina de pasajeros y las bodegas de carga, además de diversos sistemas y equipos que sirven para dirigir el avión.

También sirve como estructura central a la cual se acoplan las demás partes del avión, como las alas, el grupo moto-propulsor o el tren de aterrizaje.

Junto con el panel exterior que es el encargado de soportar la presión externa el panel central es el más importante, ya que, cuando el avión despega la presión del aire en cabina empieza a disminuir y, a partir de 3.000 metros no hay suficiente oxígeno para que los pasajeros respiren con normalidad, por lo que es necesario mantener la presión dentro de la cabina.

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Y precisamente esta es su función: regular y equilibrar la presión entre ambos cristales, haciendo que la presión, durante el vuelo, se aplique solo en el panel externo, y en caso de que se rompa este último, contener la despresurización.

(Los aviones están preparados para que, por debajo de una presión equivalente a 4.500 m, se activan automáticamente las máscaras de oxígeno).

Además, facilita el paso de humedad entre ambos lados del panel intermedio y evita así que la ventana se empañe o se congele, esto último es muy importante pues se deben evitar fisuras, grietas, arañazos y golpes , ya que esta ventana ayuda a mantener la integridad estructural de todo el avión.

Ninguno de los elementos que se pueden apreciar en la nave está puesto ahí por casualidad.