El expresidente panameño Ricardo Martinelli (2009-2014) enfrentará encarcelado el proceso por escuchas ilegales por el que fue entregado hoy a Panamá por EEUU, tras permanecer detenido un año en ese país por una petición de extradición.


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El expresidente panameño Ricardo Martinelli (2009-2014) enfrentará encarcelado el proceso por escuchas ilegales por el que fue entregado hoy a Panamá por EEUU, tras permanecer detenido un año en ese país por una petición de extradición.

Martinelli, de 66 años, rompió en llanto la noche de este lunes cuando el magistrado juez de Garantías en el caso de las escuchas, Gerónimo Mejía, le informó de que seguirá detenido en la cárcel El Renacer, adonde fue llevado tras pisar tierra panameña y la misma donde estuvo preso el exdictador Manuel Antonio Noriega (1934-2017).

Mejía recordó la decisión del pleno de la Corte Suprema del 21 de diciembre de 2015, cuando se ordenó la «detención provisional como medida cautelar personal» de Martinelli ante el «peligro de fuga», y que la misma no tenía solo fines de extradición como ha interpretado la defensa, explicó el magistrado.

El proceso contra Martinelli por las escuchas ilegales durante su mandato (2009-2014) implica cuatro delitos que pueden costarle hasta 21 años de cárcel. La evidente tristeza del exmandatario en la sala de audiencias del Supremo contrastó con el ánimo que mostró al ser llevado esta mañana al centro penal aledaño a la capital, donde gritaba «Viva Panamá» al saludar al puñado de seguidores que se congregó en sus afueras para demostrarle apoyo.

«Sencillamente yo no estoy en buenas condiciones médicas» para permanecer en una cárcel, expresó Martinelli al juez al detallar sus males cardíacos y hasta un probable cáncer de próstata.

Ante el argumento de la defensa de que el expresidente padece un problema crónico de corazón, Mejía dijo que este mismo lunes ordenaría que médicos autorizados atiendan a Martinelli en la cárcel, y que si estos certifican que «está en una situación de urgencia se autorizará el traslado» a un centro de salud.

Aclaró que ese traslado a un hospital no significaría una sustitución de medida cautelar de detención preventiva, una decisión que solo puede tomar el pleno, dijo por su lado el defensor, Sydney Sittón.

Poco después, la Corte informó de que Mejía autorizó el trasladado de Martinelli al Hospital Santo Tomás de la capital «para una revisión médica». La Dirección General del Sistema Penitenciario indicó, por su parte, que Martinelli fue «evaluado por personal médico de El Renacer a su retorno al penal» tras la diligencia judicial en el Supremo y que se «recomendó su traslado la Hospital Santo Tomás para evaluación, la que es solicitada con el fin de atender su estado de salud».

«Me siento muy ofendido porque todos mis derechos han sido violados», dijo en la diligencia judicial Martinelli, lo que ya había denunciado a gritos en la cárcel, a la que llegó sin que sus abogados y familiares fueran notificados previamente.

El traslado del exmandatario desde Miami estuvo marcado por el hermetismo, lo que llevó a la defensa a denunciar la violación de los términos de la extradición, lo que la Cancillería negó. Se esperaba que el vuelo privado en el que viajó llegara al aeropuerto Panamá Pacifico, hasta donde se desplazaron decenas de periodistas y su esposa, Marta Linares, pero la aeronave terminó aterrizando en una pista de carga de la terminal internacional de Tocumen, la principal del país.

También sorprendió a la defensa el inmediato traslado a la cárcel de El Renacer, así como la celebración de la «diligencia de comunicación de derechos». Los defensores sostenían que Martinelli había sido detenido con fines de extradición y que, por tanto, debía ser sometido a una «audiencia de control de legalidad» constituida por el pleno, para que allí se decidieran las medidas cautelares.

Los abogados anunciaron que presentarán un «recurso de apelación» contra la «interpretación» del juez de Garantías de que el año que Martinelli estuvo preso en EEUU no tiene nada que ver con el proceso en Panamá, y que el plazo de su detención preventiva comenzó a contar este lunes.

La detención en una cárcel federal de Miami se dio «para cumplir el tratado (de extradición bilateral), no para que cuente como medida cautelar», argumentó Mejía.

El Departamento de Estado de EEUU aprobó la extradición de Martinelli bajo la regla de especialidad prevista en un Tratado bilateral de 1905, lo que significa que el exmandatario solo será juzgado en su país por el caso de las escuchas, una de las cerca de 10 causas penales que le ha abierto el Supremo.

Transparencia Internacional (TI) pidió este lunes al Supremo de Panamá que mantenga detenido a Martinelli por existir un «peligro de fuga», y que sea procesado también por las otras causas judiciales abiertas en su contra.

 


Redacción CiudadColorada.com | Público.es







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