En diciembre de 1936, casi a regañadientes, Albert Einstein se decidió a escribir a la revista Science para publicar “unos pequeños cálculos” que había hecho a petición de un astrónomo aficionado. Era el checo Rudi Mandl, quien le había visitado para contarle su teoría de que las estrellas actúan como lupas que concentran la luz […]


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En diciembre de 1936, casi a regañadientes, Albert Einstein se decidió a escribir a la revista Science para publicar “unos pequeños cálculos” que había hecho a petición de un astrónomo aficionado. Era el checo Rudi Mandl, quien le había visitado para contarle su teoría de que las estrellas actúan como lupas que concentran la luz de otras estrellas, y que ese exceso de radiación podría haber causado la extinción de los dinosaurios.

En poco más de media página, el físico alemán describió el fundamento físico detrás este fenómeno. De acuerdo con la teoría de la relatividad, la masa de una estrella curva el espacio y el tiempo a su alrededor, con lo que los fotones de otro astro alineado justo detrás se desvían y concentran para formar un vistoso círculo de luz en torno a la estrella en primer plano. “Por supuesto”, escribió el ganador del Nobel de Física en 1921, “no hay ninguna esperanza de observar este fenómeno”.

En un estudio publicado hoy en Science, un grupo de astrónomos utiliza ese efecto óptico, conocido como lente gravitacional, para medir por primera vez la masa de una estrella moribunda. Se trata de una enana blanca que además era objeto de otra polémica entre astrofísicos sobre la relación entre el radio y la masa de las estrellas, cuyo descubrimiento le valió el premio Nobel de física al indio Subrahmanyan Chandrasekhar en 1930.

El nuevo estudio describe una lente gravitacional asimétrica que se da cuando las dos estrellas no están alineadas y que nunca se había observado fuera del Sistema Solar, según Science. En estas circunstancias Einstein predijo que la estrella del fondo parecería desplazarse de su localización real debido a la deformación del espacio y el tiempo que causa la estrella en primer plano.

Este fenómeno nunca se había observado fuera del Sistema Solar

Basándose en esa predicción, el equipo de Kailash Sahu, en el centro de operaciones científicas del telescopio espacial Hubble, buscó entre 5.000 estrellas hasta encontrar dos astros desalineados. En 2014, la estrella enana Stein 2051 B se colocó en la posición ideal.

Basándose en el fenómeno descrito por Einstein, el equipo ha sido capaz de medir la masa de esta estrella, que resulta ser dos tercios la del Sol. Lo importante es que lo han hecho sin analizar el incremento de brillo que llega desde los dos astros al confluir, que es indetectable para el Hubble, sino estudiando el desplazamiento aparente de la estrella del fondo.

El trabajo no solo reivindica a Einstein. También Chandrasekhar sale bien parado, pues la masa de la enana blanca encaja a la perfección con sus predicciones teóricas que le valieron el Nobel.

Respecto a Mandl, el hombre que presionó a Einstein para que publicase sus cálculos, parece que murió de forma bastante anónima en Los Ángeles (EE UU) en 1948 después de haberse ganado la vida como lavaplatos y perseguido una carrera de inventor, explica ScienceNews. Las lentes gravitacionales que discutió con Einstein hace más de 80 años se usan continuamente en astronomía para medir masas, entre otras cosas de materia oscura, el misterioso componente del universo que pudo provocar el impacto del asteroide que aniquiló a los dinosaurios.

 

Fuente: El País








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