El cambio de siglo supone la evolución humana, en ese contexto, dicha evolución entonces obedecería a la calidad humana como valor añadido existencial, lo que no es otra cosa que la evolución hacia mejores seres humanos.


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El cambio de siglo supone la evolución humana, en ese contexto, dicha evolución entonces obedecería a la calidad humana como valor añadido existencial, lo que no es otra cosa que la evolución hacia mejores seres humanos.

Siendo así, con el primer preso político del siglo XXI en Ecuador y los fariseos multiplicados en este país herido de muerte, ¡perdimos el siglo!.

Hoy sólo vemos el retroceso casi cavernícola del hombre con una vergüenza adicional ¡el canibalismo con o sin sangre! La saña y alevosía a plena luz del día contra quien alguna vez llamaron “compañero”.

Sumado a eso está el poder político y criminal disfrazado de justicia; el peor de todos los monstruos, porque engaña y usa el poder para perseguir y destruir; el que codifica el pensamiento ajeno y corrompe el alma. El que nos lleva a juzgar sin juicio, señalar sin moral, callar ante las más brutales injusticias y aplaudir por el infame populismo, incluso, ¡a nuestros propios verdugos!

El viacrucis de Jorge Glas, el Vicepresidente Constitucional de la República del Ecuador, inicia por las denuncias que hizo públicas contra un presidente que amenazaba con destruir la revolución, lo que le costó a Glas que en un acto de la más ruin venganza le quite las delegaciones que le fueron encomendadas, -eso habría ocurrido de cualquier forma porque un revolucionario entre traidores no encaja-, lo paradójico es que dichas denuncias se fueron cumpliendo una a una y la patria empezó a ser desmembrada a vista y paciencia de todos.

Con lo que no contaban era con un Vicepresidente de pueblo, un hombre a prueba de fuego, que con su camioneta y sin seguridad empezó a recorrer el país cumpliendo su compromiso patrio y llevando lo que los medios ocultaban, ¡la verdad en su garganta!

Esto elevó su popularidad a la máxima potencia que quedó reflejada en cada abrazo que recibía de su pueblo y el aumento inmediato de las personas que empezaron a seguir sus pasos.

El problema es que la popularidad ciertamente constituye un peligro inminente para los que sueñan con el poder más allá de poder, los oportunistas de cajón que están en el bando contrario y en el propio, estos últimos son los peores y los más peligrosos, ¡los de la puñalada trapera!

Había que hacer algo. Es así que la única forma de detener tan maravillosa amenaza era apresándolo, entonces el fin justificó los medios. Usaron todas las infames armas existentes, desde la calumnia hasta el poder para dominarla legalmente.

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Fue solicitado a la Asamblea por la Fiscalía en un claro atropello a la Constitución y la justicia misma. Es aquí donde Jorge Glas comete el primero de sus errores, confiar en dos peligros, sus “compañeros” y la justicia, y cargado de una indiscutible inocencia, le pide a sus “compañeros” Asambleístas que le permitan a la justicia investigarlo. Desde entonces, todo lo que vive hoy Jorge Glas tiene un principio que ellos escribieron.

Que fácil resulta fingirse salvadores después de ser verdugos, escudados en las palabras: “el Vicepresidente lo pidió”, todos lo entregaron en una vergonzosa unanimidad sin un atisbo siquiera de remordimiento, directo a las fauces feroces de los lobos hambrientos de venganza ¡más o igual que ellos! ¡Da igual! La respuesta debió ser: “No se puede porque es ilegal e inconstitucional, así el Vicepresidente lo pida”, pero no fue así. ¡Gracias a Dios no pidió que le metan un tiro!.

Y no piense siquiera que exagero en el ejemplo, a las pruebas me remito, están acabando con su vida ¡porque hay tantas formas de matar a un hombre!.

Un hombre al que le han vulnerado todos sus derechos a vista y paciencia de todos, incluidos los legisladores, que como lo dijera el mismo Jorge Glas: “Ciertos actores de justicia… me refiero a la Fiscalía, pactaron mi cabeza con Odebrecht… aquí tienen mucho que hacer los legisladores, se ha pretendido engañar a la Nación…” Esos legisladores son esos mismos “compañeros” que hoy desnudo con mi pluma, ¡sin temor ni favor!

Un hombre que ha sido vilipendiado, condenado por el dedo público y encarcelado injustamente; quien tras haber demostrado su inocencia hasta la saciedad, ha sido tratado como culpable, ¡convirtiendo su inocencia en sospechosa!

Un hombre sometido a un juicio de Ripley donde un fiscal, lejos de buscar la equidad y la justicia, ha demostrado total parcialidad con Santos, el corrupto de Odebrecht, que habiéndose confesado culpable fue absuelto con un dictamen abstentivo por parte del Fiscal Baca, aduciendo que Santos fue sentenciado en Brasil, lo que no es cierto.

Santos firmó un convenio de cooperación eficaz donde para conseguirlo involucró en sus fechorías a cuanto ser humano pudo, incluido Jorge Glas, convirtiendo dicho dictamen abstentivo en fraudulento por mentir para justificarlo ante el juez.

Con el dictamen abstentivo para Santos por parte del fiscal, el corrupto quedó como Barrabás, libre de culpa, y en su lugar el fiscal, -que debe encontrar un culpable como sea-, se ensañó contra Glas que ha sostenido irrefutablemente y con pruebas su inocencia.

Con esta mentira desmontada, el fiscal incurrió en el delito de Fraude Procesal, pero extrañamente la justicia deja pasar este horror bien campante por sus narices, y los Asambleístas, llamados a respetar y hacer respetar la Constitución se cosieron la boca, incurriendo también en una clara inobservancia a la Constitución, en el delito de omisión y el que los conjuga a todos ¡la traición!
Pero hay que verlos rasgándose las vestiduras mientras ejercen el populismo ¡más vulgar y descarado!

Su caso llegó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, quienes jamás se pronunciaron en favor de Jorge Glas y sus derechos mancillados.

Siendo esta institución un engendro concebido entre Estados Unidos y los enemigos de los líderes revolucionarios de Latinoamérica, no podíamos esperar menos que el silencio cómplice recibido.

Por otro lado, los representantes de la Procuraduría que también acusa a Jorge Glas, “llegaron” 7 minutos tarde a la reinstalación de la audiencia, con lo que los jueces justificaron sacarlos del juicio, dejando al Estado sin representación en la parte procesal, lo que implica que ya no podrán interrogarlo o presentar pruebas.

¿Qué pruebas?, tuvieron todo un proceso y no presentaron ninguna. Finalmente esto ocurrió una vez cumplido el interrogatorio del que los abogados de la Procuraduría ya habían formaron parte.

Pretenden librar a última hora a esa misma Procuraduría con un drama ridículo y dando a entender a través de los medios de comunicación que Glas se defiende con un acusador menos.

La pregunta es: ¿librar de qué? No obstante me salta del pecho el macabro presentimiento de la estocada final contra Jorge Glas, y el agua de Pilatos con la que tantos se han lavado las manos en estos trágicos meses de gobierno; el agua vergonzosa del descaro, estrenada en Ecuador por los Asambleístas de lo que un día fuera ¡la invencible Revolución Ciudadana!

El testimonio del Perito informático, Luis Hurtado en la audiencia de juzgamiento de Jorge Glas, fue crucial.

Como muy posiblemente les resultó un hombre sin precio, la Fiscalía, la Procuraduría y César Montúfar no querían que el informe del Perito se presente, peor que dicho Perito testifique en el estrado.

No obstante en mitad de la audiencia, Jorge Glas tomó la palabra y le pidió a los jueces que le dieran paso al informe del Perito Luis Hurtado y su declaración, lo que fue aceptado.

Dicho Perito ya ante los jueces, lejos de sumarse a la ignominia ejercida contra Jorge Glas, se apegó a derecho y desmontó toda la trama fraguada para culparlo; corroborando que tanto el Pendrive como los correos entregados como “prueba” carecen de veracidad porque no existe una fuente para comprobar su origen y autenticidad. ¡Y cayó la infamia contra el suelo!

No era para menos, usted mismo puede crear correos y usar un pendrive para hacer llegar una supuesta prueba, la cuestión es lo descabellado de la justicia al haberlo dejado pasar como pruebas sabiendo que supuestamente salieron de una computadora que luego tiraron a la basura. Con una justicia así, ¡prefiero la ley del monte! 

Ahora el Fiscal General, sin una sola prueba en su contra y liberando de culpa a los verdaderos corruptos, pide pena máxima de 6 años de prisión para Jorge Glas por Asociación ilícita, un delito que según el Código Orgánico Integral Penal (COIP) tiene pena privativa de libertad de menos de 5 años.

Pero claro, la intención es negar a Glas, de ser el caso, que se acoja a la libertad condicional que si aplicaría en ese caso porque Glas jamás violó la medida cautelar y no se fugó como otros a Panamá.

Así se efectuaron todas las audiencias, sin una sola prueba contra Glas, siendo en la audiencia de alegatos verbales donde el Abogado de Jorge Glas, el Dr. Eduardo Franco, demostró que la Fiscalía, durante todo el proceso, no pudo probar el delito de Asociación ilícita, que no es un delito para presumir sino para demostrarse con la materialidad del mismo, pruebas se llaman y está tipificado en el Art. 22 del Código Orgánico Integral Penal (COIP).

Quedando claro que Glas no tuvo participación en dicho delito y mucho menos ha sido autor. Sin pruebas en su contra, el resultado que será expuesto el miércoles 13 de diciembre por el Tribunal, no puede ser otra cosa ¡que su absoluta inocencia!

Pueden salir a la luz mil nombres salpicados con la corrupción de Odebrecht, nadie va a negarlo, no ocurrió sólo en Ecuador sino en muchos países; finalmente la corrupción es un problema más viejo que el modo de andar a pie, la cuestión es que en ninguna parte han logrado hacer que cual Houdini, aunque sea por arte de magia, aparezca el nombre de Jorge Glas, sin embargo sigue preso.

Aquí el punto no es la corrupción con la que pretendieron salpicar a Jorge Glas como el medio para lograr el fin, ese fue el pretexto, las razones son más poderosas incluso que eso.

Llamemos a las desgracias por su nombre, el objetivo de los traidores, los que saltaron la talanquera y los que siguen enquistados en una revolución que cada día los identifica más, es neutralizar al único revolucionario digno que pasó todas las pruebas de fuego, el que si demostró lealtad revolucionaria, el que se quedó a enfrentar a una justicia sin justicia y al demonio mismo personificado en la traición, al que abandonaron porque los recorridos en su camioneta dejaron claro su liderazgo y el amor popular, el único hombre que podría reemplazar a Rafael Correa para salvar la revolución y asumir la presidencia del Ecuador.

Quién necesita una sola cosa para lograrlo, ¡su libertad!

Usted, querido lector, se preguntará: ¿y por qué los que fungen de líderes en lugar de abandonarlo como lo han hecho, no se suman a ese objetivo?, porque cada uno de esos, a los que a falta de líderes muchos aplauden, tienen sus propias ambiciones, entre ellas el mismo sillón presidencial, pero la mejor de todas, -porque la anterior la tienen difícil-, Jorge Glas jamás caminaría con quienes lo entregaron en bandeja de plata traicionándolo no solamente a él sino al pueblo.

Ahí no aplicaría la política utilizada en la actualidad por los supuestos líderes de Alianza PAIS, que vengan no más los que se fueron con Moreno, no importa si son traidores, algo así como “sumemos con los que restan”, la típica de servir a dos amos ¡para ver por donde despunta la suerte!

Con Glas el pan será pan y el vino será vino, ¡razones de sobra para justificar lo que le han hecho!

Eso sí que sería limpiar el partido con un desparasitante ¡de amplio espectro! No seguir la pelea por un partido político dividido por la culpa de esos mismos que hoy siguen agarrados de su único salvavidas, Rafael Correa.

Quienes pretenden continuar en un nuevo partido al que le cambiarán el nombre, porque lógicamente con lo que Moreno hizo de solicitar la consulta popular utilizando como partido a Alianza PAIS, el CNE terminará entregándoselo para no invalidar dicho pedido.

En todo caso el objetivo de cambiar de partido es bueno, viniendo de Correa la iniciativa, que ha expuesto hasta su vida por salvar al país de la hecatombe que se nos vino encima. Ahí estaremos si hacen falta manos para luchar, pero no con la misma gente señores, ¡habremos perdido antes de empezar la lucha! Para conformarlo como se debe, ¡lo que hay es pueblo!

Hay que reconocerlo. Alianza PAIS está plagado de oportunistas que jamás pensaron en el pueblo como la base mismas del proyecto revolucionario impulsado y liderado por Rafael Correa, jamás en más de 10 años trabajaron en la conciencia política revolucionaria de la gente, porque de ahí, de las bases bien preparadas, es de donde salen los nuevos líderes, los que hace años luz ya los habrían reemplazado; de hecho, nada de lo que ocurre habría ocurrido.

Con estos antecedentes -que ya es bastante-, Alianza PAIS perdió el rumbo y se convirtió en un vulgar laboratorio donde clonaron las mismísimas células madre de Judas, ¡una fábrica de traidores! Quienes no solamente convirtieron a Jorge Glas en un inocente preso, sino en la papa caliente de esos mismos Asambleístas que lo entregaron en bandeja de plata, aunque hoy se hagan los desentendidos para no salpicarse con un tormento ¡del que ellos son culpables!

¿Pensaron que lo habíamos olvidado?, ya deberían dejar el discurso de "están chantajeados", ¡Basta! Tienen el ejemplo de Juan Pablo Pozo, a quien como Presidente del Concejo Nacional Electoral (CNE), posiblemente le quisieron hacer lo mismo, y prefirió renunciar, ¡Porque nada justifica la traición!

Pero en esa corriente brutal de las traiciones y las deslealtades, priman los beneficios propios con el más ruin populismo de quienes apuntan más lejos de lo que alcanzan sus flechas.

Una corriente infame en la que los que ponemos el pecho en la boca del cañón por Jorge Glas, somos también arrastrados a pagar el precio por no comulgar con sus aspiraciones infames y los silencios cómplices, ¡ese precio que pagan los valientes a los cobardes!

¡Qué lástima! Tuvieron a un grande haciéndoles caminos ¡y no aprendieron nada!

Jorge Glas es el hombre, no le quepa la menor duda, de ahí que haberlo entregado sin piedad ni principios, haya sido tan fácil para quienes predican una revolución que no aplican. Mantenerlo preso es necesario para neutralizar su capacidad y popularidad, el peligro que esto constituye para quienes se niegan a perder la oportunidad del poder inmerecido.

La matemática es simple, considerar siquiera como sucesor o sucesora de Rafael Correa a cualquiera que haya formado parte de los que entregaron a Jorge Glas, sería simplemente repetir la historia nefasta de Moreno.

La deslealtad y la traición volverían a campear, porque la traición es como la venganza, según la mitología griega, ¡el manjar de los dioses! Si tan sólo piensan en darle el liderazgo o pintar como “buenos cuadros políticos” a quienes traicionaron a nuestro compañero de lucha, habremos perdido lo poco que queda de una Revolución que se niega a ser vencida, ¡incluida la esperanza!

Como lo dijera el Che Guevara: “Si usted es capaz de temblar de indignación cada vez que se comete una injusticia en el mundo, somos compañero y a ellos, ¡no les ha temblado un solo pelo!

Es cierto que hemos sido traicionados y defraudados, pero tampoco para agarrar de un abismo a otro. Vamos casi a la deriva sin líderes limpios de alma que marchen con honor haciéndonos caminos.

De los únicos verdaderos líderes que tenemos, uno está preso y el otro se la juega por nosotros casi sólo y de todas las formas posibles.

Pero aún hay pueblo revolucionario en resistencia, aún hay pueblo que no necesita seguir “líderes” de papel, aún hay pueblo capaz de liderarse solo con la rabia de un inocente preso y las luces de un hombre que es un candil a la distancia; aún hay una esperanza esperando que el pueblo se despierte ¡para secar las lágrimas de su bandera!

Aún hay pueblo que sabe que cuando la patria llora con los ojos de sus hijos, ¡la rebeldía es un deber!

Que tiemblen las murallas todas, si acaso llega una sentencia injusta para Jorge Glas, porque entonces la mano implacable del pueblo hará justicia ¡o se condenará con él!

Marisol-Bowen

 


CiudadColorada.com | Marisol Bowen







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