María Silva recibió una llamada telefónica de un call center para participar en una encuesta sobre una tarjeta de crédito que el Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess) analiza sacar al mercado.


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María Silva recibió una llamada telefónica de un call center para participar en una encuesta sobre una tarjeta de crédito que el Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess) analiza sacar al mercado.

La mujer respondió una serie de preguntas enfocadas a medir el nivel de interés entre los potenciales usuarios; por ejemplo, “¿estaría de acuerdo que los consumos mensuales efectuados con su tarjeta Biess sean descontados a través de su rol de pagos, tal como se realiza con un préstamo quirografario?”.

La operadora le explicó que el costo de emisión de la tarjeta de crédito sería de $ 5 y que no habría cobros adicionales por mantenimiento.

Al finalizar la conversación, que duró cerca de cinco minutos, a María le quedó la duda de si la encuesta era real o una estafa.

El Biess confirmó a EL TELÉGRAFO la veracidad del sondeo, pero no respondió inquietudes relacionadas a cómo funcionará la tarjeta, cuál será su nivel de cobertura, cupos, cuándo estaría disponible para su uso y más.

En un correo electrónico de dos párrafos, la Dirección de Comunicación y Mercadeo señaló: “al momento estamos realizando un estudio de mercado para la posible propuesta de un nuevo producto crediticio. Esta fase inicial se cumple para realizar el respectivo análisis”.

En el país hay más de tres millones de tarjetas de crédito, según la Asociación de Bancos Privados (Asobanca), con corte a septiembre de 2018.

Acumulan un saldo total superior a $ 6.000 millones. Las marcas más usadas son: Visa, MasterCard y Diners Club. Los principales bancos emisores son Pacífico, Pichincha y Diners Club.

Los potenciales usuarios de la tarjeta de crédito del Biess serían las personas afiliadas al Seguro Social obligatorio y voluntario, quedarían fuera los beneficiarios del Seguro Social Campesino y los trabajadores no remunerados del hogar, opinó Víctor Hugo Villacrés, expresidente del IESS.

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Funcionaría como cualquier otra tarjeta; es decir, para adquirir bienes y servicios con pagos corrientes o diferidos.

A criterio de Villacrés, una opción para determinar el cupo del producto, la capacidad de pago del usuario y que el banco tenga una garantía sería mediante los recursos disponibles en los fondos de reserva y cesantía.

“Si a fin de mes el afiliado no cancela la cuota de la tarjeta el Biess puede retirar el dinero de los recursos acumulados en los fondos; así funcionan los préstamos quirografarios”, añadió el exfuncionario.

El IESS está integrado por 3,7 millones de afiliados activos, de ellos 3,3 millones son del Seguro General Obligatorio, los demás pertenecen al Seguro Social Campesino. Hay 578.687 pensionistas, de quienes 487.756 son del Seguro General.
Inversiones del Biess en 2019

Un total de $ 4.458,9 millones es la meta del Plan de Inversiones que el Biess prevé ejecutar este año. De esta cantidad, $ 3.322,8 millones son para créditos y los  $ 1.136,1 millones restantes están divididos en rentas fijas y variables de los sectores público y privado.

Los préstamos quirografarios abarcan la mayor cantidad de recursos con $ 2.302 millones, para hipotecarios se calculan $ 900 millones y en prendarios $ 120 millones.

Con estos recursos, más otros $ 300 millones que se inyectarán en el mercado de valores, la institución propende a generar empleo, impulsar el desarrollo socioeconómico y generar valor agregado, dijo Eva García, gerenta general del banco.

El Plan de Inversiones de 2018 fue de $ 3.919,5 millones, los créditos quirografarios tuvieron $ 2.355 millones y los hipotecarios $ 847 millones.

Ese año el 55% de los préstamos quirografarios concedidos se concentró en montos entre $ 300 y $ 3.000.

 


Redacción CiudadColorada con información de El Telégrafo







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