El nuevo año llegó a un Ecuador irreconocible, un país que en pocos meses desfiguraron y desmembraron; donde hemos pasado de un estado cargado de justicia social con un gobierno que caminó junto al pueblo durante diez años


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El nuevo año llegó a un Ecuador irreconocible, un país que en pocos meses desfiguraron y desmembraron; donde hemos pasado de un estado cargado de justicia social con un gobierno que caminó junto al pueblo durante diez años.

el estado de las Hidroeléctricas y los Proyectos Multipropósitos, de las carreteras ejemplares, las obras de envidia, las Escuelas del Mileno, los hospitales de primera, la educación de calidad y la salud y educación como derecho; a un estado donde tenemos como preso político a un Vicepresidente a quien le han violado todos sus derechos.

Un estado donde campea la traición y la deslealtad, donde los asambleístas se vendieron al mejor postor, donde existe una vicepresidenta puesta a dedo, donde se cierran hospitales, donde escasean los medicamentos, no se pagan los sueldos puntualmente en el sector público, donde se le quitan los impuestos a los ricos y se ocultan sus deudas con el estado, donde se pacta con los banqueros, donde han regresado las manifestaciones a las calles, donde se reprime con violencia al pueblo, donde los medios de comunicación son más actores políticos que los políticos, donde se reparten la patria entre políticos nefastos y corruptos, y donde, en la máxima expresión del descaro, se manipulan a las instituciones del estado ¡en cadena nacional!.

Hoy habitamos un estado que apesta a corrupción, putrefacto, corrompido, rancio, pútrido y purulento. Un estado dominado por los enemigos de la patria, quienes manejan la media humanidad de un presidente que no es más que un impostor profesional, cuya incapacidad y falsedad han rebasado los límites de lo inaudito. Un hombre que hace gala de sus propias frustraciones y le cobra la factura de sus limitaciones al pueblo que le dio el poder.

Un hombre que no ha sido capaz de honrar su palabra y no ha cumplido ni por accidente su plan de gobierno que incluye las casas que hasta la fecha no ha entregado; quien usa a los Granaderos de Tarqui para rendirse honores, cuando la misión de esta unidad especial de caballería del Ejército ecuatoriano es montar guardia en la puerta principal del Palacio de Carondelet y la Vicepresidencia, así como hacer honores a los Jefes de Estado que visiten oficialmente el país, acompañar a los mandatarios fallecidos en las honras fúnebres, Izar la Bandera nacional en el Palacio de gobierno y en ocasiones especiales montar guardia de honor ante la tumba del Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre; siendo clara su honorable intervención en determinadas ocasiones.

Sin embargo, como jamás ocurrió con Rafael Correa, Moreno se hizo despedir por los Granaderos de Tarqui en su viaje a Europa -en el avión que por cierto, jamás vendió-, quienes le hicieron una corte de honor sin una razón justificada a quien cruzó sobre una alfombra roja -al mejor estilo Hollywoodense-, ¡sin honor alguno!.

Estamos en un estado donde los recursos del estado son de uso personal, se abusa del poder, se violan los derechos humanos a plena luz del día, se miente con todos los dientes aupados en los medios de comunicación y se engaña al pueblo para conseguir un golpe de estado disfrazado de consulta popular.

Un estado donde la mismísima Corte Constitucional sucumbe vergonzosamente a los poderes dictatoriales, que estando dentro de los plazos para no dar lugar a una consulta popular inconstitucional, guarda el cómplice silencio de la corrupción, porque eso ya sobrepasó el miedo, -si acaso en eso también quisieran escudarse-, porque ahora resulta que el “chantaje” como justificación está de moda.

Toda esa putrefacción conlleva a un solo objetivo, incluso criminal, ya que en la política sucia las banderas políticas no son solamente las que identifican a un determinado partido político, sino aquellas que se crean justificando los medios para los más maquiavélicos fines, ¡las banderas de sangre!.

No lo digo yo, humilde pulso que derrama tinta, sino la historia misma de nuestros pueblos; parte de nuestra propia historia política está plagada de aquellas banderas de sangre, donde el mecanismo consiste en satanizar determinados temas de manera conveniente y utilizarlos de forma criminal para lograr los más terribles objetivos.

En el caso del actual gobierno, esas banderas son usadas para lograr todos los poderes del estado a través de una consulta popular. Por ejemplo, tienen a un inocente preso, aduciendo una falsa lucha contra la corrupción.

Jorge Glas es una de esas banderas de sangre que hoy usan sin piedad alguna con la complicidad de una Asamblea que lo entregó, mientras los medios de comunicación hacen lo suyo para construir la sentencia popular, y las instituciones del estado como la Fiscalía y la Corte de Justicia son descaradamente utilizadas para culpar y condenar sin pruebas. 

Pero ese es sólo el principio de las banderas de sangre que enarbolarán en el camino al poder absoluto. Tenemos el ejemplo de la hermana Venezuela, donde la oposición asesina a figuras relevantes y también inocentes desconocidos que militan en las filas opositoras, quienes son elegidos, asesinados y luego enarbolados por los políticos opositores como banderas de sangre, con cuyas muertes culpan al gobierno revolucionario para crear caos, desestabilización y resentimiento colectivo.

Un viejo y eficaz mecanismo utilizado por los gobiernos de derecha y sus actores políticos para conseguir lo que se proponen. 

El escenario cambia pero no el objetivo ni el mecanismo criminal. De ahí que resulte tan sospechoso lo ocurrido con la muerte de una niña, cuya búsqueda y crimen tuvo una palestra asombrosa en los medios de comunicación y la acción casi irreconocible del Ministerio del Interior que desató una campaña impresionante para su búsqueda.

No es la única niña desaparecida, este caso se suma a muchos, sin embargo fue su caso convenientemente mediático en mitad de una campaña sucia por una consulta popular que cuenta con una pregunta de enganche que involucra el crimen de la violación a niños. Una pregunta innecesaria ya que la Asamblea puede aprobar todas las leyes de este tipo sin necesidad de una consulta popular. 

No obstante, considerando que el tal “10”, al que hace referencia la investigación sobre la niña asesinada, jamás fue identificado, que el único al que señalaron como culpable fue encontrado muerto en su celda en extrañas circunstancias y que dicha investigación llegó a su fin sin haber ni siquiera iniciado; con un caso tan doloroso como mediático, podríamos suponer que fue una bandera de sangre que dejó como resultado una niña asesinada que reforzó el objetivo de una consulta popular inconstitucional.

Logrando manipular la opinión pública desde las entrañas. Todo sumado a una estratégica campaña de abusos sexuales en las escuelas que repentinamente aparecieron por obra y gracia del espíritu santo. 
Hemos vuelto a la vieja patria, no solamente en el ámbito político y social donde se repartían la patria como una torta, sino en el mecanismo criminal con el que los gobiernos de derecha manipulaban al pueblo, algo también llamado “crímenes de estado”.

Tenemos como ejemplo el Gobierno de León Febres Cordero, donde utilizaron instituciones policiales como el SIC con mercenarios vestidos de policías y criminales a sueldos como los que integraban los escuadrones volantes, liderados por Nebot, los que dejaron una estela oscura de muertos y desaparecidos, entre ellos los hermanos Restrepo. 

Quieren lograr un golpe de estado con una consulta popular y harán lo que sea para conseguirlo. Las banderas de sangre, por ejemplo, siempre funcionaron y siguen funcionando en Latinoamérica, porque el sentimentalismo es nuestro lado flaco.

Precisamente las armas que hoy utilizan para conseguir ganar una consulta popular inconstitucional y arbitraria. Nos engordan como a pavo para navidad con las viejas promesas del pan, techo y empleo, sumándole ahora bonos por cada hijo para mandar a los ilusos a reproducirse como cui.

La cuestión es que una vez logrado el objetivo nos degollarán sin contemplación y vendrá el paquetazo, las medidas económicas para las que ya prepararon con mentiras el terreno asegurando que estamos en crisis y que no hay tal mesa servida.

Parte del maquiavélico plan ya ha sido expuesto, porque el pacto con los banqueros no pudo esperar. Les dio el manejo absoluto del dinero electrónico, cuya ley fue aprobada con el pago de los sueldos con dicho mecanismo.

De ahí a que todos estemos obligados a abrir una cuenta bancaria, una cuenta de dinero electrónico y que logren acapar todos los dólares en nuestras cuentas, ¡hay sólo unos cuantos pasos! Todo con la complicidad de los de siempre, antes con el apoyo de los diputados y hoy de los asambleístas ¡sólo cambiaron las moscas! Finalmente lo que viene después ya lo vivimos en 1999, solamente que está vez ya no tienen la necesidad de asesinar al Sucre para llevarse los dólares, porque ya estamos dolarizados.

Como ven, un nuevo Feriado Bancario ha empezado con una sola diferencia: antes cerraron los bancos para robarnos ¡y hoy nos roban con los bancos abiertos!

Con ese mecanismo y los impuestos que Moreno les quitó a los ricos, nos ha impuesto medidas económicas sin mucho ruido; pero si ganan la consulta popular, el ruido será ensordecedor y no podremos hacer nada para evitarlo.

Todos los poderes del estado estarán bajo el control absoluto de un presidente que gobierna con las élites políticas destructoras del pueblo, pasará muy poco para volver a empeñarnos a los Estados Unidos y que regresen las bases militares estadounidenses a invadir nuestra soberanía.

Es cierto que la Constitución que nos dejó Correa lo prohíbe expresamente en su Art. 5: “… No se permitirá el establecimiento de bases militares extranjeras ni de instalaciones extranjeras con propósitos militares. Se prohíbe ceder bases militares nacionales a fuerzas armadas o de seguridad extranjeras”, sin embargo, con los asambleístas de su lado, esta ley que nos protege ¡será eliminada de un plumazo! Con la misma ilegalidad con la que han fraguado todo a vista y paciencia de todos, legalizando el descaro, la cuestión es que cuando un gobierno legaliza el descaro, ¡el pueblo sucumbe aplastado!.

Pero no todo está perdido, tenemos un candil que nos ilumina el camino, Rafael Correa, quien llega a respaldar la lucha que nos han impuesto, y un líder que nos repleta de fortaleza y resistencia, Jorge Glas, cuya libertad se teje en nuestra manos.

Cada uno de nosotros, desde cada rincón de la patria deberá hacer un trabajo de hormiga para evitar un golpe de estado con una consulta popular inmensamente peligrosa y todas las banderas de sangre que se avecinan, porque una de ellas ¡podría ser cualquiera de nosotros!.

Esta batalla ahora es nuestra y debemos librarla sin miedo, ¡pueblo organizado se llama! 
Debemos luchar contra aquella consulta popular con la que mañana culparán al pueblo por haber aprobado en las urnas la destrucción de la patria; luego tomar el único camino que nos queda para salvarnos del error que cometimos en democracia y ejercer la verdadera voluntad popular, ¡la Asamblea Constituyente!
Hay dos formas de conocer las batallas ganadas, una vive en los libros porque no nacíamos y la otra ¡las escribimos nosotros!.

 


CiudadColorada.com | Marisol Bowen







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