Todo arrancó el pasado 3 de junio. La Fiscalía y la Policía allanaron el inmueble del expresidente, Abdalá Bucaram Ortiz, donde se hallaron insumos médicos, un arma de fuego y, además, piezas de arqueología consideradas como patrimoniales.


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Todo arrancó el pasado 3 de junio. La Fiscalía y la Policía allanaron el inmueble del expresidente, Abdalá Bucaram Ortiz, donde se hallaron insumos médicos, un arma de fuego y, además, piezas de arqueología consideradas como patrimoniales.

Desde esa mañana, la Fiscalía emprende investigaciones que tienen a la familia envuelta en procesos judiciales con tres instrucciones fiscales que atañen también a los hermanos Dalo, Jacobo y Michel Bucaram.

Ese día, el exmandatario fue retenido por la Policía. En su domicilio se encontraron decenas de cajas con mascarillas que, presuntamente, se iban a comercializar en hospitales de Guayaquil.

Las autoridades también encontraron ahí un arma de fuego y municiones. Esto le acarreó al expresidente una investigación por tráfico de armas, cuya etapa de instrucción fiscal terminó dando paso a la fase de juicio.

Durante ese mismo operativo, la Policía puso en cadena de custodia unas figuras que, al parecer, serían consideradas como bienes patrimoniales. Bucaram expuso que esas piezas son un regalo personas con las que se relaciona.

Este proceso también involucra a su hijo, Jacobo Bucaram. El Código Orgánico Integral Penal, establece para el delito de tráfico de bienes de patrimonio cultural una pena de entre 7 y 10 años.

Una tercera investigación iniciada por la Fiscalía, tiene que ver con el presunto delito de asociación ilícita, en el que podrían estar involucrados Dalo, Jacobo y Michel Bucaram. El 30 de junio pasado, se formularon cargos en contra de ellos y 13 personas más por asociación ilícita.

Según la Fiscalía, la investigación se impulsa por la comercialización y venta de insumos médicos en diferentes hospitales de Guayaquil, “obteniendo ingresos que no habrían sido justificados en el sistema financiero.

Por esta causa, la jueza Gianella Noritzs dispuso la prisión preventiva de ellos. También están inmersos los hermanos Daniel y Noe Salcedo, involucrados también en otros procesos por supuestos actos ilícitos que se habrían fraguado en esta emergencia sanitaria.

La esposa de Dalo Bucaram, Gabriela Pazmiño, también fue procesada durante la audiencia. Para ella, la jueza Noritzs, dispuso la presentación periódica, desde el 6 de agosto, ante una autoridad competente.

El COIP establece, para este delito, penas que van de entre los tres y cinco años de cárcel.

 








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